"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y
fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni
se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida
con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se
enciende".
Esto que
están leyendo se llama “Un mar de fueguitos”. Su autor es Eduardo Galeano.
Y se
preguntarán el porquè de esta elección. Es simple. Hoy se ha muerto Eduardo. En
realidad, no se fue muy lejos ya que nos dejó una obra maravillosa, la obra de
un HOMBRE con todas las letras.
Nadie como
èl para hacernos entender, en pocas palabras, que cada sujeto es único e
irrepetible.
A lo largo
del ciclo, nos escucharán decirlo una y otra vez ya que la posmodernidad
intenta que lo olvidemos, sobre todo cuando trabajamos con niños.
“No hay dos fuegos iguales….. somos un mar de fueguitos.”
Muchas gracias, Galeano, prometemos no olvidar tamaña verdad.
Y bienvenidos al ciclo lectivo 2015!